Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.
No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
No hay camino para la paz, la paz es el camino.
La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores.
No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.
Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.
Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.
La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.
La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia.
No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.
Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.
La verdad jamás daña a una causa que es justa.
Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él.
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
Los medios impuros desembocan en fines impuros.
La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la Humanidad?
La muerte no es más que un sueño y un olvido.
Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.
La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice: ¡Haz esto!
En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.
Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad.
La tarea que enfrentan los devotos de la no violencia es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a los hombres que tienen fe en su misión.
La tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños.
Los grilletes de oro son mucho peor que los de hierro.
Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad.
Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón.
Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga.
Ante las injusticias y adversidades de la vida... ¡calma!.
¿La civilización Occidental? Bueno, sería una excelente idea.
Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.
El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en su mal uso.
Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.
Imagino que sé lo que significa vivir y morir como no violento. Pero me falta demostrarlo mediante un acto perfecto.
El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes.
Nunca hay que pactar con el error, aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados.
Cuanto más la practico, con mayor claridad advierto lo lejos que estoy de la plena expresión de la no violencia en mi vida.
Correrán ríos de sangre antes de que conquistemos nuestra libertad, pero esa sangre deberá ser la nuestra.
El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado.
Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia.
El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla.
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